Diario II

Lunes, 22 de Agosto de 2016

    La constancia y la paciencia sigue sin ser lo mío. Parece que la palabra diario en mi cabeza y mi rutina significa otra cosa. Pero bueno, seguiremos convenciéndonos de que nuestra vida nuestras normas, de que somos realmente libres y que podemos hacer lo que nos de la gana esperando cualquier cosa menos lo que viene después.

    He seguido andando descalzo, con la esperanza por pies. Me he aventurado a ver qué hay fuera, y sinceramente, da tanto miedo como parece. Pero es diferente vivirlo que saberlo. Las personas no se tornan mucho más simples que tú, pero sus esfuerzos por parecer tremendamente normales compensan los nervios que se sienten cada vez que te acercas a ver qué son capaces de ofrecerte. Pero, al final, siempre me voy y no me llevo nada.

    Si que es verdad que en una vida donde el terror es ficticio y no se palpa, ni se ve, ni se oye, dentro de una cabeza enorme que está dentro de una persona ínfima, salir y ver como el aire parece abrasar hasta las ganas de seguir adelante me pone frenético. Y ante eso, solo me queda cumplir mi palabra, y seguir caminando en contra de lo que quiero, que es huir lejos, rápido y mucho. Al fin y al cabo la vulnerabilidad es algo que nos hace humanos por poquísimo que me guste.

    Haciendo un experimento, y bajando a cosas concretas, he vuelto a estudiar, he preparado una sorpresa que me ha hecho feliz y he salido sin ganas. Sabía ya que me tendría que enfrentar a esto último. Sin embargo, he acabado por sorprenderme. Al final he vuelto y todo había ido mejor de lo que esperaba. Si hay un mensaje en todo esto es que vivir desesperanzado acaba haciendo a la esperanza mucho más dulce que el sufrimiento que realmente es. Un pie en el cuello que nos hace seguir a algo que corre más rápido y siempre está delante.

    En fin, para terminar de abrirme, dejo aquí un último mensaje: felicidades a mi madre, que hoy es su cumpleaños, y para ella era la sorpresa que me ha hecho tan feliz. Porque si hay algo que hace que pueda seguir adelante sin tirar la toalla, es saber que gente como ella me observa, orgullosa a veces sin razones, esperando mucho sin apenas esperar nada. Algo como si incluso me quisieran. Valientes. Ni ellos ni yo sabemos donde nos hemos metido.

Alberto Puntas.

Instagram: @elpuntilloso

Facebook: El Puntilloso

Canal de Telegram: https://t.me/elpuntilloso



Comentarios