De nuevo a las andadas, pero siempre cuesta tanto volver… Hace dos semanas que me prometí hacer un click, empezar a hacer otra vez lo que me gustaba, empezar a escribir. Pero esta vez de verdad. Siempre acabo dejando las cosas a medias, normalmente cuando empiezan a ir bien.
Es un poco para matarme, porque en realidad me basta con satisfacer la necesidad de empezar a hacer algo y ver que, si siguiese, conseguiría hacerlo bien. Entonces lo dejo y ni siquiera llego a saber si era verdad. Si acabase ahí, pues mira, un hobby un poco extraño. Pero lo bueno viene cuando miro hacia atrás y veo que en realidad no he hecho nada, y quería hacer algo. Porque realmente quiero hacer algo.
La escritura y yo tenemos una relación complicada. Cuando me pongo a escribir, todo me sale solo, tengo que controlarme porque no termino, empiezo a dar vueltas y nunca voy al grano. Las frases se me hacen de líneas y líneas, como si los pensamientos empezaran a derramarse. No llevo mal esto, quiero decir, entiendo que hay gente a la que le asusta. Es como enfrentarse a uno mismo, empieza todo a fluir y de repente te encuentras con todo lo que piensas y sientes ahí escrito. Llega ese momento en que relees, y ves que estás hecho mierda. Esto es hablar claro, vamos, quién no está hecho mierda en su día a día. La cosa es llevarlo bien.
Yo lo acepto. Las cosas son complicadas, las responsabilidades pesan, el tiempo falta. Pero bueno, que le vamos a hacer, es cuestión de adaptarse o morir. Yo prefiero adaptarme a morirme esperando a que todo vaya bien o a que me sobre tiempo para hacer lo que me apetezca. Irónico ¿no? ¿No estaba escribiendo esto porque me cuesta mucho escribir? Y ahora vengo a soltar frases tipo Paulo Coelho de adaptarse o morir. Quote. Para el Facebook.
No sé, me gusta ser coherente, pero me cuesta. Sin embargo, creo que no es cosa mía, es cosa del dinamismo de las cosas. No les puedes poner palabras. Las palabras permanecen quietas. Las cosas no. La realidad evoluciona continuamente y da vértigo. Entonces es cuando lo que digo ahora no sirve para dentro de un momento. Y ese momento es ya, y ahora es hace un rato. Empiezo otra vez a dar vueltas y a hacer frases de líneas y líneas.
Es como si a una parte de mi le gustase ser un poco incomprensible, poner las cosas complicadas. Quizás es parte de por qué no me da miedo escribir y verlo todo borbotar. Sé que soy intrínsecamente incomprensible, y me gusta enfrentarme a mi mismo. Me gusta tanto que a veces me enfrento demasiado y vienen los problemas. Pero vamos, como los que tiene cualquiera. Tampoco nadie es especial en eso, pero a la vez todos tenemos nuestras particularidades. Nada nuevo bajo el sol.
Voy acabando porque si no esto se hace infumable. Subo esto sin editar siquiera. Me da pereza. Solo quería volver a escribir, demostrarme que soy capaz y empezar un pequeño compromiso conmigo mismo. ¿Que por qué escribo? Me gustan los retos. No sé si seré un reto para alguien: sería egocéntrico y casi megalómano decir esto. No soy un reto para nadie. Pero soy un reto para mí mismo. El problema se dibuja en el papel, escribiendo, y escribiendo se va resolviendo. Me encuentro a mi mismo y me vuelvo a perder, me enredo con las palabras y me doy cuenta que soy tan voluble como las cosas y que las palabras tampoco sirven para mi, porque también están quietas mientras que yo ya he cambiado de opinión. ¿Por qué escribo? No te voy a engañar. Porque me gusta. El resto de lo que he dicho en realidad no sirve para nada.
Es un poco para matarme, porque en realidad me basta con satisfacer la necesidad de empezar a hacer algo y ver que, si siguiese, conseguiría hacerlo bien. Entonces lo dejo y ni siquiera llego a saber si era verdad. Si acabase ahí, pues mira, un hobby un poco extraño. Pero lo bueno viene cuando miro hacia atrás y veo que en realidad no he hecho nada, y quería hacer algo. Porque realmente quiero hacer algo.
La escritura y yo tenemos una relación complicada. Cuando me pongo a escribir, todo me sale solo, tengo que controlarme porque no termino, empiezo a dar vueltas y nunca voy al grano. Las frases se me hacen de líneas y líneas, como si los pensamientos empezaran a derramarse. No llevo mal esto, quiero decir, entiendo que hay gente a la que le asusta. Es como enfrentarse a uno mismo, empieza todo a fluir y de repente te encuentras con todo lo que piensas y sientes ahí escrito. Llega ese momento en que relees, y ves que estás hecho mierda. Esto es hablar claro, vamos, quién no está hecho mierda en su día a día. La cosa es llevarlo bien.
Yo lo acepto. Las cosas son complicadas, las responsabilidades pesan, el tiempo falta. Pero bueno, que le vamos a hacer, es cuestión de adaptarse o morir. Yo prefiero adaptarme a morirme esperando a que todo vaya bien o a que me sobre tiempo para hacer lo que me apetezca. Irónico ¿no? ¿No estaba escribiendo esto porque me cuesta mucho escribir? Y ahora vengo a soltar frases tipo Paulo Coelho de adaptarse o morir. Quote. Para el Facebook.
No sé, me gusta ser coherente, pero me cuesta. Sin embargo, creo que no es cosa mía, es cosa del dinamismo de las cosas. No les puedes poner palabras. Las palabras permanecen quietas. Las cosas no. La realidad evoluciona continuamente y da vértigo. Entonces es cuando lo que digo ahora no sirve para dentro de un momento. Y ese momento es ya, y ahora es hace un rato. Empiezo otra vez a dar vueltas y a hacer frases de líneas y líneas.
Es como si a una parte de mi le gustase ser un poco incomprensible, poner las cosas complicadas. Quizás es parte de por qué no me da miedo escribir y verlo todo borbotar. Sé que soy intrínsecamente incomprensible, y me gusta enfrentarme a mi mismo. Me gusta tanto que a veces me enfrento demasiado y vienen los problemas. Pero vamos, como los que tiene cualquiera. Tampoco nadie es especial en eso, pero a la vez todos tenemos nuestras particularidades. Nada nuevo bajo el sol.
Voy acabando porque si no esto se hace infumable. Subo esto sin editar siquiera. Me da pereza. Solo quería volver a escribir, demostrarme que soy capaz y empezar un pequeño compromiso conmigo mismo. ¿Que por qué escribo? Me gustan los retos. No sé si seré un reto para alguien: sería egocéntrico y casi megalómano decir esto. No soy un reto para nadie. Pero soy un reto para mí mismo. El problema se dibuja en el papel, escribiendo, y escribiendo se va resolviendo. Me encuentro a mi mismo y me vuelvo a perder, me enredo con las palabras y me doy cuenta que soy tan voluble como las cosas y que las palabras tampoco sirven para mi, porque también están quietas mientras que yo ya he cambiado de opinión. ¿Por qué escribo? No te voy a engañar. Porque me gusta. El resto de lo que he dicho en realidad no sirve para nada.
Alberto Puntas.
Instagram: @elpuntilloso
Facebook: El Puntilloso
Canal de Telegram: https://t.me/elpuntilloso
Comentarios
Publicar un comentario
Deja tu comentario, duda u opinión.